Viernes 29 de Marzo de 2024




Recomendaciones

Los datos referidos a escitalopram son superponibles a los de citalopram, lo lo que se transcribe la ficha de lactancia de citalopram.

Algunos trabajos indican que el citalopram, incluyendo el metabolito activo principal, desmetilcitalopram, puede alcanzar en la leche una concentración dos o tres veces superior a la del plasma, aunque su concentración en el suero del lactante puede ser indetectable o muy baja.

En un estudio de 10 casos, en cuatro lactantes no se detectó el medicamento en el suero, mientras que en los restantes alcanzó un nivel bajo.

En base a estudios de pequeño número de casos, los datos sobre citalopram indican que se producen niveles mas elevados del medicamento en el 17 % de los lactantes. Distintos estudios señala que el lactante criado exclusivamente al pecho, cuya madre sigue tratamiento con citalopram recibe entre el 5-8 % de la dosis materna ajustada por el peso.

La dosis recibida por el paciente y la concentración sérica final esta mas bien relacionada con las características de metabolización del niño y la madre que con la dosis que esta reciba. Lo ilustra el caso referido acerca de una madre, con el carácter de metabolizadora pobre del CYP2C19, cuyo hijo registró niveles altos de citalopram mientras lactaba al pecho, aunque no presentó sintomatología alguna.

La ficha técnica del fabricante norteamericano de citalopram (http://www.celexa.com/pdf/celexa_pi.pdf) notifica dos casos de lactantes que experimentaron excesiva somnolencia, disminución del apetito y pérdida de peso en relación con la toma de citalopram por parte de la madre. En un caso la recuperación fue completa tras la retirada del medicamento; según la ficha técnica, no se dispone de datos del seguimiento del segundo caso.

El seguimento durante seis meses de tres lactantes cuyas madres recibieron 15 mg de citalopram no reveló influencia alguna sobre el desarrollo ponderal de los lactantes, quienes fueron alimentados exclusivamente al pecho durante cuatro meses y parcialmente los dos restantes.

Un ensayo sobre un colectivo de 31 pares madre-hijo, expuestos a citalopram (10-60 mg/día) en comparación con otros dos grupos de 31 y 12 parejas como controles, no registró diferencias significativas respecto a la tasa de reacciones adversas entre los tres grupos. Se registró un caso de agitación e irritabilidad en un lactante al iniciar el tratamiento con citalopram, dos meses después del parto, que cedió al interrumpir el tratamiento antidepresivo por parte de la madre.

Un lactante de 5 meses de edad presentó inquietud durante el sueño que desapareció con la reducción de la dosis materna de citalopram (40 mg/día) y el reemplazo de dos tetadas por biberones. El caso fue atribuido al medicamento. La concentración del fármaco en la leche fue de 205 ng/ml, mientras que en el suero materno registró 98.9 ng/ml. En el lactante se obtuvieron 12.7 ng/ml de citalopram en suero.

A la hora de considerar los posibles efectos adversos del citalopram, debe tenerse en cuenta igualmente la exposición prenatal al fármaco. Los lactantes expuestos a inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina durante la fase final del embarazo tienen mayor riesgo de sufrir efectos serotoninérgicos centrales, cuya severidad corre en paralelo con la concentración de ácido 5-OH-indolacético en la sangre del cordón umbilical. Un caso referido de respiración irregular, alteración del sueño, además de hipo e hipertonía en un neonato de dos semanas cuya madre recibió citalopram, es interpretado por los autores de la comunicación como un caso de síndrome de abstinencia del medicamento, mas bien que un efecto adverso del medicamento.

Al igual que con otros antidepresivos, los lactantes expuestos durante dos o mas meses a la depresión materna, experimentan menor aumento de peso que los hijos de madres eutímicas o con depresión de menor duración.

No existen evidencias de influencia del citalopram sobre el desarrollo del lactante a través de la leche materna. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, entre los que se encuentra el citalopram pueden causar elevación de los niveles de prolactina en sangre y subsiguientemente, galactorrea. Aunque se desconoce la importancia clínica de este hecho sobre la lactancia materna, es probable que no tenga influencias negativas sobre la misma.

Pese a las escasas observaciones de efectos adversos en lactantes, las limitaciones de los estudios disponibles y los mínimos tamaños muestrales que tienen, hacen aventurado dar algún tipo de recomendación sobre los antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina en madres lactantes. Los datos de que se dispone no permiten aconsejar acerca de la oportunidad de cambiar uno de estos medicamentos por otro cuando la paciente se encuentra clínicamente estable. Lo ideal seria evaluar a cada madre individualmente intentando conseguir una adecuada respuesta emocional por parte de la madre con los mínimos riesgos posibles para el bebé. Si hay razones para administrar citalopram a la madre, no existen argumentos para interrumpir la lactancia materna, aunque el niño debe ser controlado estrechamente, vigilando la aparición de alteraciones del comportamiento. En estos casos, el escitalopram, que se administra a dosis bastante inferiores y es superponible en sus efectos, proporciona menores exposiciones al bebé, especialmente si se trata de un niño prematuro o de bajo peso.

Minimizar la dosis materna de citalopram puede ser un planteamiento razonable, así como utilizar la dosis menor que resulta efectiva para el control de la paciente y reducir las tomas de leche durante la fase de máxima excreción del medicamento en la leche. El pico máximo de concentración de citalopram en la leche materna se alcanza entre tres y nueve horas después de la toma del medicamento, lo que es un argumento para administrarlo de preferencia antes o a la vez que la toma de alimentación que precede al mayor intervalo entre comidas.

Las afirmaciones de un estudio reflejan en pocas palabras la situación de la evidencia científica sobre este tema: ?Todos los estudios revisados presentan defectos de procedimiento y los instrumentos de cribado utilizados tienen limitaciones, especialmente en la evaluación de los lactantes. No es recomendable extender la generalización que surge de unos cuantos ensayos a todos los casos. De esta forma, los hallazgos obtenidos de estos pocos estudios y comunicaciones no son concluyentes y no pueden clarificar la repercusión del tratamiento antidepresivo con ISRS sobre el desarrollo neurocognitivo a largo plazo de los niños?.

Advertencia del fabricante:

Es de esperar que el escitalopram se pueda encontrar en la secreción láctea, por lo que no es recomendable la alimentación al pecho mientras se administre este medicamento.

Fecha de la última actualización: 05.04.08

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