Sabado 20 de Abril de 2024

COMO CONTROLAR EL POLVO DOMéSTICO

El ácaro     

Este conjunto de recomendaciones está dirigido a reducir el contacto del paciente con el polvo doméstico y las sustancias alergénicas que contiene. siendo las principales las derivadas de los ácaros que habitan en él, los dermatophagoides pteronissinus y dermatophagoides farinae. Para ello es importante mantener controlada, dentro de lo posible, la cantidad de polvo en el interior de la vivienda y también la cantidad de ácaros en ese polvo.

Los dermatophagoides son seres vivos que precisan, además del alimento proporcionado por el hombre en forma de epidermis descamadas y otras fuentes, tres condiciones:

- Temperatura adecuada. La ideal para su crecimiento se situa entre 18 y 24 grados centígrados, por lo que el asma provocada por el polvo tiende a empeorar durante la primavera y otoño en los lugares de clima templado.

- Oxígeno a concentración suficiente o, lo que es lo mismo, a una presión parcial óptima, como la existente a nivel del mar. Cuanto mas se asciende en altura, menor es la presión parcial del oxígeno y peor de desarrollan los ácaros. Por esta razón, los pacientes con alergia a los ácaros mejoran durante su estancia en la montaña, mientras suelen encontrarse peor a orillas del mar.

- Humedad: Los ácaros necesitan un nivel adecuado de humedad ambiental, en torno al 80% de humedad relativa. Por este motivo. los pacientes sensibles al ácaro mejoran en climas mas bien secos.

La casa     

Ventile la casa regularmente. Esto reduce la acumulación de humedad y las condensaciones de agua en rincones escasamente ventilados. Como se ha indicado, la humedad es un factor de importancia en el crecimiento de la población de ácaros, aunque también lo es de mohos, otro de los integrantes del polvo doméstico.

Cierre el paso de aire desde el exterior. Selle las rendijas, ponga burletes de gomaespuma que permitan cerrar herméticamente puertas y ventanas y no favorezcan la formación de chorros y corrientes de aire que levanten el polvo depositado y lo mantengan en suspensión en el aire. Recuerde que el polvo que mas perjudica es el que está suspendido en el aire de la casa, es decir, el que puede penetrar hasta las vías respiratorias.

Reduzca aquellos materiales que pueden producir o acumular polvo, como lana, algodón, franela, etc., en tapicerías, tapetes, cortinas y otro elementos decorativos. Evite moquetas, tapices y alfombras.

Evite barrer. A cambio, es preferible fregar o aspirar. Para la limpieza de los muebles es recomendable que use un paño húmedo. No debe realizar estas tareas en presencia del niño.

No utilizar esprays para la limpieza, ni son recomendables los productos en envase presurizados para cualquier tipo de necesidad. Tampoco deben utilizarse productos volátiles ni de olor fuerte. Evite que los olores de la cocina se extiendan por el resto de la casa.

Evite la acumulación de plantas de interior dentro de la casa, aunque puede tener alguna, preferiblemente en una zona alejada del dormitorio del niño. Mantenga la humedad del tiesto lo mas baja posible.

Sistema de calefacción: Si su casa no dispone de calefacción central, use radiadores eléctricos, aunque debe estar atento a que no se produzca una sequedad excesiva del ambiente.

Evite adoptar mascotas (perro, gato, conejo, hámster) que puedan resultar a la larga perjudiciales para su hijo, ya que con el tiempo, el niño puede volverse alérgico a ellas. Los peces,por ejemplo, pueden ser un sustituto para los animales de compañías mas alergénicos. Su médico, que es quien mejor conoce a su hijo y a su entorno, es quien mejor puede aconsejarle al respecto.

El dormitorio     

Evite la acumulación de muebles, juguetes y elementos decorativos. Mantenga en la habitación solo aquello que sea indispensable. Si el niño tiene muchos juguetes, trasládelos a otra habitación.

Si se trata de una estancia compartida con otros familiares, se aplicarán las mismas recomendaciones. Si utiliza literas, coloque al niño en la mas alta.

Pinte las paredes (mejor, con pintura plástica) y no utilice papel decorativo o moqueta. Esta medida será aplicable cuando usted tenga necesidad de volver a hacerlo; no es una medida a tomar de inmediato.

Ventile a diario la habitación. Límpiela completamente cada dos o tres días. Utilice aspirador y paño húmedo para la limpieza.

Evite guardar las prendas de lana o piel en la habitación del niño, aunque sean para su uso personal. Tampoco guarde en ella los utensilios de limpieza.

Cuando deba renovarlo, ponga un colchón de espuma, con almohada de espuma o de material acrílico. Envuelva el colchón y la almohada en fundas de fibra sintética, que deberá lavar semanlmente, Exponga al sol directamente tanto el colchón como la almohada durante media hora cada semana, pasándoles a continuación el aspirador a ambos.

Ponga ropa de cama de fibra sintética, tanto las mantas como las sábanas. Cámbie la ropa de cama cada dos o tres días, pasando directamente las sábanas del tendedero a la cama.

Enseñe al niño a cambiarse de ropa en una habitación distinta del dormitorio. Es recomendable que airee la ropa guardada en el armario antes de ponérsela,

Aseo personal: El niño debe llevar el pelo corto. Al menos cuando cambie la ropa de cama, debe duchar al niño antes de acostarlo.

Otras medidas     

Evitar lugares húmedos y llenos de polvo, como sótanos, bodegas, desvanes, casas viejas o abandonadas.

Si debe mudarse de casa, elija una orientada al sol, sin humedades ni contaminación ambiental.

Si dispone de una segunda vivienda para fines de semana y/o vacaciones, aplique estas mismas normas de control del polvo. Mande limpiarla antes de que el niño vaya a residir en ella.

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