Principio activo: diazepam
El uso conjunto de diazepam y bebidas alcohólicas no es aconsejable, debido, como mínimo, a la suma de los efectos sedantes centrales de ambas sustancias.
Si los efectos farmacodinámicos aditivos son o no los únicos que se producen es una cuestión controvertida. Los resultados de algunos ensayos parecen indicar que no se produce una potenciación de efectos cuando se administran a la vez diazepam y alcohol[1], siendo , en la mayoría de los sujetos estudiados, meramente aditivos. Dicho en otros términos, los efectos finales en cada paciente serían la suma de los efectos del diazepam mas los del alcohol[2].
Sin embargo, en algunos sujetos los efectos combinados fueron superiores a la suma de efectos de ambas sustancias. Por ello, diversos autores consideran que, en pacientes susceptibles, los resultados de la interacción pueden ser imprevisiblemente elevados, incluso con dosis bajas de alcohol[3].
En un ensayo clínico sobre voluntarios sanos, la combinación de diazepam y alcohol produjo una disminución acentuada de la presión arterial, tanto sistolica como diastólica, a las dos horas de la toma, en comparación con el placebo[4].
Los resultados de otros estudios parecen indicar algún grado de interacción farmacocinética, registrándose una elevación del nivel plasmático del diazepam, atribuible a una inhibición de la desmetilación del tranquilizante, ya que en algunos estudios se detecta a la vez una disminución de la concentración del metabolito activo desmetildiazepam[5][6][7].
Un ensayo en voluntarios sanos detecta que la concentración plasmática media del diazepam se eleva casi al doble tras la ingestión de alcohol (373 ng/ml vs 197 ng/ml 60 minutos después de la toma). Los investigadores llegan a la conclusión de que el alcohol potencia la absorción del tranquilizante[8]. La combinación de etanol (0.5 g/kg) y 10 mg de diazepam en voluntarios sanos produjo un mayor deterioro motor que el diazepam solo. El efecto farmacológico del diazepam después de la ingestión de alcohol se elevó un 73% y esta potenciación de los efectos se asoció con una mayor concentración de diazepam, en comparación con diazepam solo (p<0,01)[9].
La influencia del alcohol podría ser indirecta, a través del deterioro funcional del hígado y la subsiguiente alteración del metabolismo del tranquilizante. Se sabe que el consumo agudo de alcohol suprime el proceso metabólico oxidativo del hígado, lo que explicaría la alteración exagerada del control motor y otras manifestaciones en los sujetos que hacen un consumo puntual y abusivo de alcohol junto con diazepam u otras benzodiacepinas.
La toma de diazepam a la vez o poco después de ingerir alcohol en situaciones como una típica reunión social, tiende a reducir la velocidad de absorción de diazepam pero no influye sobre el grado de absorción o eliminación de este. Se desconoce el mecanismo por el que se produciría esta interacción farmacocinética[10].
No se dispone de datos suficientes para determinar con precisión los efectos del consumo crónico de alcohol sobre la disposición de diazepam, especialmente en varones[11].
Las benzodiacepinas de acción corta, sin metabolitos activos, tienen considerables ventajas sobre las de acción prolongada, especialmente si se utilizan como hipnóticos y el paciente debe conducir al día siguiente[12]. En alcohólicos crónicos se recomienda también utilizar benzodiazepinas de vida media corta como oxazepam o lorazepam en vez de diazepam[7].
Pese a las evidencias sobre la influencia del alcohol sobre la absorción, concentración y eliminación del diazepam, para muchos investigadores, la interacción farmacocinética es probablemente menos importante que la suma de los efectos centrales de ambas sustancias[13].
Referencias:
1: Khajuria V, Kapoor B, Raina RK. Studies on psychomotor performance in healthy
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2: Erwin CW, Linnoila M, Hartwell J, Erwin A, Guthrie S. Effects of buspirone
and diazepam, alone and in combination with alcohol, on skilled performance and
evoked potentials. J Clin Psychopharmacol. 1986 Aug;6(4):199-209.
3: van Steveninck AL, Gieschke R, Schoemaker HC, Pieters MS, Kroon JM, Breimer
DD, Cohen AF. Pharmacodynamic interactions of diazepam and intravenous alcohol at
pseudo steady state. Psychopharmacology (Berl). 1993;110(4):471-8.
4: Hrbek J, Macáková J, Komenda S, Siroká A, Rypka M. Acute effects of ethanol
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on the blood pressure, the body temperature and the heart rate in man. Acta Univ
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5: Richelson E. Alcohol and the elderly. Psychotropics and the elderly:
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6: Palva ES, Linnoila M, Routledge P, Seppälä T. Actions and interactions of
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7: Sellers EM, Giles HG, Greenblatt DJ, Naranjo CA. Differential effects of
benzodiazepine disposition by disulfiram and ethanol. Arzneimittelforschung.
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8: Hayes SL, Pablo G, Radomski T, Palmer RF. Ethanol and oral diazepam
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9: MacLeod SM, Giles HG, Patzalek G, Thiessen JJ, Sellers EM. Diazepam actions
and plasma concentrations following ethanol ingestion. Eur J Clin Pharmacol.
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10: Divoll M, Greenblatt DJ. Alcohol does not enhance diazepam absorption.
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11: Hoyumpa AM Jr. Alcohol interactions with benzodiazepines and cocaine. Adv
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12: Willumeit HP, Ott H, Neubert W. Simulated car driving as a useful technique
for the determination of residual effects and alcohol interaction after short-
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13: Greenblatt DJ, Shader RI. Effects of age and other drugs on benzodiazepine
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