La escasa información disponible parece indicar que las dosis de hasta 30 mg al día producen un nivel modesto del tranquilizante en la sangre del bebé, por lo que es de esperar que su utilización puntual no de lugar a efectos adversos en el niño. Un estudio sobre 12 casos, mostró una ratio leche/plasma materno de 0.1?0.4, calculando los autores del estudio que un lactante alimentado exclusivamente al pecho al pecho recibiría el 7.5?9.9 % de la dosis materna ajustada al peso[1].

No obstante, se trata de un fármaco de eliminación lenta, con una semivida de eliminación de 36 o mas horas, por lo que puede producir un efecto acumulativo, especialmente si la madre lo usa de forma prolongada. La opinión mas extendida entre los expertos es que no debería utilizarse durante la lactancia materna, como sucede con otras benzodiazepinas de semivida prolongada[1].

Otros autores consideran que el uso de clobazam como anticonvulsivante puede compatibilizarse con la lactancia mmaterna a condición de mantener vigilado al bebé para detectar posibles efectos adversos, incluyendo sedación excesiva, succión débil p retraso psicomotor[2].

Referencias:

1: Fortinguerra F, Clavenna A, Bonati M. Psychotropic drug use during breastfeeding: a review of the evidence. Pediatrics. 2009 Oct;124(4):e547-56. doi: 10.1542/peds.2009-0326.
2: Bar-Oz B, Nulman I, Koren G, Ito S.Anticonvulsants and breast feeding: a critical review. Paediatr Drugs. 2000 Mar-Apr;2(2):113-26.

Clobazam, como otras benzodiazepinas, se elimina a través de la leche materna, por lo que no debe administrarse durante la lactancia.