Jueves 25 de Abril de 2024

Medicinas alternativas para la menopausia: sin respaldo de evidencia científica

Categoría: Medicina alternativa

Existen algunos indicios que parecen apoyar el beneficio de algunas medidas terapéuticas encuadradas en el heterogéneo conjunto de las llamadas ?medicinas alternativas? o ?medicinas complementarias? para el tratamiento sintomático de los trastornos de la menopausia, aunque en conjunto los argumentos en pro de su utilización parecen escasamente consistentes. Este trabajo de revisión se dirige a evaluar la evidencia disponible en este segmento de la patología, un amplio mercado de pacientes en busca de alivio, especialmente después de que las conclusiones del WHI hayan hecho descender el consumo de estrógenos sintéticos para estos fines.

Los autores de esta revisión sistemática han llevado a cabo una amplia búsqueda para identificar ensayos clínicos controlados y metaanálisis dentro de las categorías preestablecidas (terapias biológicas, manipulativas, mentales, de tipo corporal y de energía) en relación a los síntomas de menopausia. Los artículos debían cumplir la condición de ser comparativos entre medicina alternativa o complementaria y placebo o grupo control, además de estar escritos en inglés.

Se localizaron un total de 1,432 trabajos con una posible información de interés, de los que 70 eran ensayos clínicos controlados y aleatorios y cumplían los criterios de inclusión. Cuarenta y ocho se referían a terapias biológicas (tratamientos con hierbas medicinales, principalmente), diez a terapia corporal (acupuntura y medicina tradicional china, entre otras), nueve a terapias de mente-cuerpo, dos a terapia de energía y una a terapia manipulativa. Se utilizaron como fuente las siguientes bases de datos: MEDLINE, PsychINFO, Cochrane Library database, MANTIS y AMED.

Los resultados medidos fueron heterogéneos, con diferentes escalas de medida e incluían una seria de molestias menopáusicas como sofocos, trastornos del sueño, síntomas genitourinarios y otros.

De entre 15 ensayos de buena factura con fitoestrógenos, sólo cuatro mostraron algún beneficio. Un ensayo con cimífuga racemosa mostró beneficios, mientras no se registraron estos beneficios clínicos en otros tres, aunque si se constató la presencia de factores de confusión. Algunos de los ensayos de mente-cuerpo y conductales mostraron mejorías en la calidad de vida en general, aunque mostraron efectos limitados sobre los síntomas de menopausia. Los ensayos de acupuntura y medicina tradicional china no mostraron beneficios de conjunto sobre los síntomas menopáusicos, aunque sí mostrarón una mejora sobre el bienestar general y estado de ánimo. Los datos de seguridad de uso fueron escasos.

En general, los autores de la revisión llegan a la conclusión de que mientras algunos artículos individualmente considerados sugieren un beneficio por parte de determinadas terapias, los datos de conjunto son insuficientes para recomendar cualquier terapia alternativa o complementaria para el tratamiento de los síntomas de menopausia. Hacen mención igualmente a la limitación que supone excluir a los trabajos escritos en idiomas distintos del inglés y la utilización por parte de los autores de los distintos artículos de metodologías que se apartan de los estándares habituales de la investigación clínica, cuando no son claramente objetables por su baja calidad de diseño, escaso número de efectivos o seguimientos excesivamente cortos.

Señalan, por último, que algunas terapias aparentemente prometedoras merecen ser probadas con métodos rigurosos que permitan su evaluación en términos de eficacia y seguridad.

Nota de Medizzine

Cualquiera que se haya aventurado a examinar ensayos clínicos como los que han manejado los autores de esta revisión habrían recordado de inmediato su propia experiencia al leer el presente trabajo. Junto a algunos escasos ejemplos de cierto rigor metodológico, la literatura del género adolece precisamente de las características necesarias para poder llevar a cabo un metaanálisis sobre un tema de trascendencia social indudable, dado el considerable impacto del rechazo al empleo de estrógenos que ha provocado el WHI, con el consiguiente aumento del consumo de estas terapias alternativas y complementarias, de las que en realidad sabemos bastante poco en términos de eficacia y seguridad.

De entre lo poco que podemos saber es que el propio WHI concluía efectos desfavorables para los estrógenos como clase terapéutica, lo que incluye también a los fitoestrógenos, mientras que un ensayo lo bastante robusto no lo desmienta, hecho del que estamos aún bastante alejados.

Parece, por consiguiente, aventurado atribuir propiedades como la seguridad de uso a unas plantas medicinales por la vía de la carencias de estudios en contra y constituye una irresponsabilidad recomendar su empleo. Desgraciadamente esto es un hecho que contemplamos cotidianamente con los fitoestrógenos y diversas alternativas de la ?otra medicina?.

Queda, por último, señalar el sesgo anglosajón del estudio, que lleva a excluir la literatura científica producida en otros idiomas, en algunos de los cuales existe una muy larga tradición de fitoterapia, como es el caso de la producción centroeuropea, particularmente la alemana.

Fecha de publicación: 25/07/2006

Fuente:      Archives of Internal Medicine


Categorías disponibles

Pulse sobre la categoría para ver todas las noticias de esa categoría

ADVERTENCIA ACERCA DEL CONTENIDO

Esta página ofrece información para aclarar algunas cuestiones básicas acerca de este principio activo. No es exhaustiva y, por lo tanto, no expone la totalidad de la información disponible y en ningún caso sustituye a la información que le pueda proporcionar su médico.

Como la mayoría de medicamentos, este fármaco tiene riesgos y beneficios. Su médico ha ponderado, antes de prescribírselo, ambos extremos. Cualquier cuestión adicional acerca de este u otros fármacos debe consultarlo con el médico que le atiende.