Martes 19 de Marzo de 2024

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ANEMIA

¿En qué consiste la anemia?     

La anemia se define como una reducción del volumen de glóbulos rojos o de la concentración de la hemoglobina en la sangre por debajo de los valores considerados normales.

Los valores normales en adultos son los siguientes:

- Hemoglobina en el varón: 13.5–17.5 gramos/dL
- Hemoglobina en la mujer : 12–16 gramos/dL
- Globulos rojos en el varón: 4.5–6.0 millones/mm3
- Globulos rojos en la mujer: 4.0–5.4 millones/mm3

La anemia es una enfermedad frecuente. Desde la anemia del embarazo, pasando por la anemia fisiológica del lactante, las anemias por deficiencia de hierro, las originadas por pérdidas ocultas de sangre, que pasan frecuentemente inadvertidas, constituyen una parte significativa de las consultas médicos de Atención Primaria.

La anemia afecta a mas del 10% de la población mayor de 65 años y abarca a la mitad de la población de 80 o mas años.

Además, la deficiencia de hierro, causante de una de las anemias mas abundantes, es la enfermedad mas frecuente en el mundo debida a alguna carencia nutritiva.

¿A qué se debe la anemia?     

Los glóbulos rojos de la sangre, como cualquier otro órgano, están sometidos a un proceso constante de destrucción y renovación. Por cada glóbulo que ha llegado al final de su vida útil, el cuerpo crea uno nuevo en la médula ósea. En condiciones normales, la vida de un glóbulo rojo dura 120 días. Transcurrido este tiempo es destruido en el bazo y, en menor medida, en el hígado y sustituido por otro nuevo.

La función de los glóbulos rojos consiste únicamente en llevar el oxígeno a los distintos tejidos del cuerpo por medio de la hemoglobina. Por lo tanto, la consecuencia principal de la disminución de glóbulos rojos es una disminución del aporte de oxígeno a los disitntos órganos del cuerpo.

Cuando esto sucede, unas células situadas en el espesor del riñon y el hígado detectan la falta del oxígeno, aumentando la producción de eritropoyetina(EPO), una hormona que regula la producción y, sobre todo, la maduración de los glóbulos rojos (eritrocitos).

Normalmente, la EPO mantiene los eritrocitos dentro de valores normales. En el caso extremo de una disminución importante de la EPO en la sangre, se produciría una falta de la producción de eritrocitos y, por lo tanto, acarrearía la aparición de anemia.

Dentro de ciertos límites, el organismo puede compensar pérdidas o excesiva destrucción de glóbulos rojos, esforzándose en mantener dentro de cifras normales los valores de estos elementos.

Cualquier trastorno que pueda afectar a la producción de glóbulos por parte de la médula ósea o bien aumentar la destrucción o pérdida de estos glóbulos puede dar lugar a anemia si la médula ósea no puede compensarlo.

¿Como se produce la anemia?     

A grandes rasgos, las distintas clases de anemia se pueden producir por dos caminos diferentes:

1. Destrucción acelerada o pérdida de glóbulos rojos,
2. Reducción de la capacidad de producción de la médula ósea.

1. Anemias por falta de producción de glóbulos rojos:

- Deficiencia de eritropoyetina (EPO), la mayoría de las veces causada por insuficiencia renal, ya que la mayor parte de esta sustancia se sintetiza en este órgano. Muchas de las anemias en pacientes ancianos son debidas a este mecanismo
- Deficiencia del número o funcionamiento de las células precursoras de los glóbulos rojos, que tambien afecta a los leucocitos y plaquetas, como en las anemias aplásicas, que pueden suceder por malnutrición grave, exposición a determinados agentes químicos, incluyendo medicamentos, radiaciones o virus (como el productor de la mononucleosis o el SIDA).
- Deficiente maduración de las células precursoras de los glóbulos rojos, como sucede en la carencia de ácido fólico o de vitamina B12 o el tratamiento con ciertos medicamentos antitumorales (anemias megaloblásticas).
- Deficiente producción de hemoglobina, como en la falta de hierro, bien de origen alimentario o por sobreconsumo en el organismo ocasionado por inflamación o infección crónica. Puede decirse que estas enfermedades se comen el depósito de hierro del paciente

- Producción de hemoglobina anómala, de origen genético, como en las talasemias.

2.Anemias por pérdidas o destrucción de globulos rojos y/o hemoglobina:

- Anemias por destrucción precoz de los glóbulos rojos, ocasionadas por alteración de estos, bien por deficiencias enzimáticas (deficiencia de 6-glucosa deshidrogenasa) o de la estructura de los mismos, como sucede en enfermedades que originan deformidades de los eritrocitos (esferocitosis y otras anemias hemolíticas), en las que estos son eliminados de forma prematura de la circulación. En las llamadas anemias hemolíticas inmunológicas se producen anticuerpos contra los glóbulos del paciente, que causan su destrucción. Es el caso de las transfusiones de sangre incompatible respecto del sistema AB0 o Rh. También pueden producirse por toxinas, medicamentos y otro agentes químicos.
- Anemias por pérdida de sangre, bien de forma brusca, a consecuencia de traumatismos, partos complicados o hemorragias digestivas, que pueden poner en peligro la vida del paciente. Mas frecuentemente, las hemorragias son crónicas, solapadas y desconocidas por el paciente hasta que alcanzan un nivel importante. Junto a las hemorragias digestivas, que son las mas frecuentes, se encuentran las producidas por excesivo sangrado menstrual y, mas raramente las originadas por sangrados repetidos de nariz (epístaxs) o vías urinarias.

Las retenciones de líquidos bajo determinadas circunstancias (embarazo, sobrecarga de líquidos) producen una anemia aparente al reducir la proporción de glóbulos en la sangre, aunque no así su número.

Síntomas     

Los pacientes presentan síntomas dependiendo de la rapidez con que se instaura la enfermedad, la gravedad de la anemia y el estado general de salud previo.

La anemia sobrevenida de forma brusca se suele manifestar por trastornos cardiovasculares, como vértigo al permanecer de pie o levantarse, ritmo rápido del corazón (taquicardia), disminución de la presión arterial y palpitaciones.

La anemia establecida lentamente y/o de curso crónico puede pasar inadvertida o manifestar por signos de insuficiente oxigenación de los tejidos. Los pacientes pueden presentar debilidad, fatiga fácil, tendencia a estar aletargado, escasa resistencia al esfuerzo, palpitaciones, ahogo con los esfuerzos y mareo al ponerse o permanecer de pie, además de palidez y, a menudo, soplo funcional del corazón.

Pese a lo indicado, es muy frecuente que los pacientes no tengan síntomas hasta que la anemia haya alcanzado un grado notable, pudiendo descubrirse la enfermedad casualmente, con motivo de un análisis rutinario de sangre. Los pacientes de edad avanzada suelen presentar síntomas con grados relativamente leves de anemia, mientras que, por el contrario, los pacientes jóvenes pueden no tener síntomas claros con anemias de importancia.

Diagnostico     

El diagnóstico básico de anemia puede establecerse mediante un sencillo análisis de sangre. Determinar el tipo de anemia y cual es su causa constituye un proceso bien protocolizado en la práctica clínica que se basa en:

1. Historia clínica detallada, incluyendo antecedentes personales de anemia anterior, consumo de medicamentos, sangrado previo, enfermedades concurrentes, intervenciones quirúrgicas, familiares con anemia, consumo de sustancias de abuso (alcohol, drogas), hábitos nutricionales, síntomas asociados, etc.

2. Una exploración física detallada.

3. Exploraciones complementarias adecuadas al diagnóstico de sospecha, El médico orientará las exploraciones de acuerdo con los datos obtenidos en los dos pasos anteriores.

Ademas del análisis y recuento de las células de la sangre con todos los datos básicos, según la presunción diagnóstica podría ser necesario un estudio de aspirado de médula ósea, hierro sérico, ferritina, transferrina, niveles de ácido fólico y vitamina B12. El médico dispone de otras multiples pruebas que le permitiran catalogar adecuadamente al paciente, que exceden el ámbito de estas líneas.

Última actualización de la página: 15 de mayo de 2010

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