Viernes 19 de Abril de 2024

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INCONTINENCIA DE ORINA

¿Qué es incontinencia de orina?     

Es una pérdida involuntaria de orina lo lo bastante importante para constituirse en un problema social y/o de salud. La incontinencia urinaria es muy frecuente, aunque la mayor parte de las veces no se comenta con el médico.

Un trastorno relacionado con la incontinencia urinaria, aunque de características diferentes es la llamada vejiga hiperactiva, qu se caracteriza por un aumento de la frecuencia de ir al baño, que puede llegar a ocho o mas veces al día, acompañado de necesidad apremiante de orinar y necesidad de orinar de noche, obligando al paciente a despertarse para ir al baño. En personas de edad avanzada, la vejiga hiperactiva afecta a mas del 40 % de hombres y del 30 % en mujeres.

¿Cual es la importancia del problema?     

La mitad de la población femenina de mediana edad ha experimentado en alguna occasion síntomas de incontinencia urinaria, especialmente si ha dado a luz recientemente.

Este es un trastorno de predominio en mujeres y su frecuencia va aumentando con la edad, de forma que a partir de los 60 años podría afectar en un grado mayor o menor al 20 % de los hombre y al 33 % de las mujeres. Al menos, el 10 % de las personas de esta edad o mayores tienen un episodio de incontinencia urinaria o utilizan algun medio absorbente a titulo de protección.

En la población ingresada en un hospital general, cerca de la mitad de los pacientes sufren incontinencia. Esta cifra asciende a cerca del 80 % en establecimientos para la tercera edad.

¿Cómo y porqué se produce?     

Aunque no nos demos cuenta, desde bien pequeños hemos adquirido el hábito de contener la orina dentro de la vejiga y evacuarla sólo cuando y donde nos parece apropiado. Esto requiere que las vías urinarias tengan una capacidad funcional conservada, que la persona tenga las facultades mentales y físicas adecuadas para mantener la vejiga urinaria bajo control y desee desee activamente hacerlo y, finalmente, que no existan impedimentos de diversa índole para hacerlo. Todo estos son prerrequisitos para que las personas sean continentes. Es decir, que deseen activamente controlar la vejiga y que puedan hacerlo.

La incontinencia se produce por uno o mas de los siguientes mecanismos:

1. Dificultad para almacenar la orina en la vejiga a causa de una vejiga hiperactiva o, mejor aún, hiperreactiva.
2. Disminución de la resistencia de la uretra al flujo de orina.
3. Dificultad para vaciar la vejiga debido a una obstrucción (pe. Próstata aumentada de tamaño).
4. Dificultad de vaciamiento por disminución de la capacidad para contraerse la vejiga.

En la mujer, el mecanismo de producción de la incontinencia mas frecuente es la disminución de la resistencia de la uretra, que se produce al disminuir con la edad la cantidad de hormona femenina en la sangre (estrógenos). Por el contrario, en el hombre el mecanismo habitual es el aumento de la resistencia uretral por el aumento de tamaño de la prostata. Tanto en un caso como en otro, la vejiga se vuelve hiperactiva.

A estas alteraciones se unen frecuentemente una mayor cantidad de producción de orina, al estar disminuidos los mecanismos de concentración de la orina por parte del riñon y otros trastornos de base hormonal o bioquímica. Como consecuencia de todo ello se puede originar una mayor producción de orina durante la noche (poliuria nocturna) y también incontinencia a esas horas.

Algunos trastornos pueden agravar o desenadenar incontinenia urinaria:

1. Infecciones urinarias.
2. Vaginitis atrófica.
3. Postparto
4. Secuela de extirpación quirúrgica de próstata.
5. Acumulación de heces fecales en la parte final del recto.
6. Uso de algunos medicamento (diuréticos, anticolinérgicos, alfabloqueantes, psicotropos).
7. Algunas enfermedades que cursan con eliminación aumentada de líquidos pueden mas bien empeorar la situación, aunque no suelen ser la causa principal de la incontinencia. Cabe señalar entre otras: insuficiencia venosa, insuficiencia cardiaca, enfermedades metabólicas, como diabetes, toma excesiva de líquidos, especialmente si, ademas, provocan un aumento de eliminación de agua, como las bebidas que contienen cafeína.
8. Problemas mentales o deterioro cognitivo, especialmente las demencias.

¿Qué síntomas tiene?     

Por lo general, la incontinencia urinaria se presenta como un cuadro de tipo crónico, pasando bastante tiempo antes de que el pacente o su familia se decida a comentarlo con su médico. Mas raramente, las manifestaciones de incontinencia se presentan de forma brusca. En estos casos es bastante probable que se presente alguno de los trastornos que agravan la incontinencia.

La incontinencia se puede presentar como un fenómeno por desbordamiento, frecuentemente observado en diabéticos y pacientes con trastornos neurológicos.

En otras ocasiones, el estres parece el desencadenante principal. En estos casos se producen pérdidas involuntarias de orina, generalmente de poca cuantía, con la tos, la risa o cualquier factor que aumente la presión sobre el abdomen.

Algunos pacientes presentan como manifestación característica la necesidad urgente de orinar, so pena de hacerselo encima, expresado bruscamente y sin aviso previo. Esta es una forma muy comun en personas de edad avanzada, quienes indefectiblemente parecen avisar demasiado tarde. Esta forma es la expresión de una vejiga hiperactiva. Se trata de la incontinencia de urgencia.

En verdad, lo indicado mas arriba resulta demasiado esquemático. La realidad clínica nos indica que la mayoría de pacientes presentan manifestaciones mixtas con proporciones variables de urgencia, estres y desbordamiento.

Un último tipo de incontinencia, la así llamada incontinencia funcional, corresponde a pacientes que presentan impedimento físico o mental para controlar el vaciamiento de la vejiga. Se trataría de pacientes impedidos física o mentalmente para orinar.

Como es de comprender, conforme aumenta la edad, el paciente va incorporando nuevos factores a los iniciales. Así, un anciano añadirá cada vez mas un elemento de incontinencia funcional a la clásica hiperactividad de la vejiga, la urgencia y el estres.

¿Cómo se diagnostica?     

El médico tendrá como tareas:

1. Identificar aquellos factores que estén influyendo sobre el desencadenamiento de la incontinencia.
2. Clasificar el tipo predominante de incontinencia del paciente y las causas subyacentes.

Un paciente con incontinencia requiere en muchas ocasiones, ademas de una historia clínica detallada y una adecuada exploración básica, un estudio del residuo de orina en la vejiga despues de la micción.

Probablemente, el médico procederá a una evaluación urológica, incluyendo estudios urodinámicos(cistometría, curvas de flujo/presión,etc), que ayudarán a establecer las causas y guiar la conducta terapéutica posterior.

¿Cual es el tratamiento?     

El método mas común de abordar estos problemas consiste en la utilización de absorbentes en forma de pañal o compresas. Sin embargo, deben hacerse los esfuerzos necesarios por no resolver el problema de una forma tan expeditiva y simple como económicamente costosa.

Un inconveniente adicional es, en algunos casos, que resulta una forma sencilla de esconder un problema que podría tener solución por otros medios, creando de paso una mayor dependencia en pacientes proclives a ello. Por el contrario, debe animarse al paciente, cuando es razonable esperar una cierta recuperacion, a que colabore para llevar a cabo una evaluacion lo mas completa posible de su caso y, tal vez, encontrar alguna solución a su problema.

Deben tratarse aquellas causas desencadenantes o agravantes de la incontinencia, como las infecciones urinarias o la vaginitis atrófica. En muchos pacientes, el tratamiento de estos trastornos mejora o incluso puede resolver determinadas incontinencias.

En aquellos pacientes con incontinencia por estres, que presentan un bajo tono y rendimiento del esfínter uretral, con una emisión continua de orina, aunque muy escasa, pueden ser útiles los agonistas alfaadrenérgicos, que pueden mejorar la contractilidad de la musculatura de la uretra. Los estrógenos tópicos pueden ser útiles en pacientes con atrofia vaginal o vaginitis atrófica que presentan incontinencia de estres o de urgencia o síntomas de vejiga hiperactiva.

En este tipo de incontinencia pueden ser de utilidad unos ejercicios pélvicos específicos para fortalecer la musculatura de la pelvis. Su médico le recomendara lo mas apropiado si este es su caso.

El tratamiento quirúrgico de la incontinencia de estres puede proporcionar un alivio sintomático durante cinco años. En pacietes seleccionadas, con debilidad muscular de la uretral puede ser útil la inyección de colágeno alrededor de la uretra.

En la incontinencia por urgencia, caracterizada por la incapacidad para retener la orina una vez se experimenta el deseo de orinar por percibir la vejiga llena, también pueden ayudar a resolver o minimizar el problema los ejercicios de la musculatura pélvica, los medicamentos alfabloqueantes, los relajantes de la musculatura vesical y los estrógenos aplicados localmente, dependiendo de las causas y tipo de pacientes. Los relajantes de la vejiga urinaria pueden ayudar a controlar la urgencia a orinar, aunque pueden dar lugar a sequedad bucal, estreñimiento, reflujo gastroesofágico o aumento de la presión intraocular (glaucoma). La tasa de éxitos puede llegar al 70 % de los casos.

Los pacientes con incontinencia por desbordamiento pueden precisar una intervención de desobstrucción cuando esté indicado o bien una intervención médica para tratar el problema de fondo.

La intervención cognitivo-conductal puede ser muy útil en pacientes para los que no se disponen recursos terapéuticos o son insuficientes para un control adecuado. Este epígrafe incluye la educación sanitaria, la modificación del régimen de ingestión de líquidos, el establecimiento de un régimen de evacuación de orina, estrategias de control de la necesidad urgente de orinar, técnicas de control de la vejiga y ejercicios de la musculatura pélvica.

En algunos casos de incontinencia funcional, en pacientes con deficiencias de tipo cognitivo o con movilidad reducida puede ser útil recordar periódicamente la necesidad de proceder a vaciar la vejiga y, si fuese necesario, asistir al paciente para que lo lleve a cabo.

Fecha de actualización de la página: 29 de julio de 2009.

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