¿Qué es el síndrome de piernas inquietas? ▲
El síndrome de las piernas inquietas es una enfermedad muy frecuente, pudiendo afectar entre el 7 y el 11 % de la población en el mundo occidental, pasando muy a menudo inadvertida, por lo que puede no llegar a ser diagnosticada. Le enfermedad es mas frecuente en pacientes de sexo femenino, pudiendo afectar a cualquier edad, incluyendo los niños, en los que es también frecuente.
El síndrome de las piernas inquietas es a la vez una alteración de la sensibilidad de las piernas, del movimiento de las mismas pero también es un trastorno del sueño. Para muchos pacientes lo mas perturbador puede llegar a ser esto último.
Los pacientes manifiestan tener sensaciones desagradables en el interior de las piernas, que impulsan a los pacientes a moverlas para reducir molestias que se describen como sensación de quemazón, de frialdad, tensión o pinchazos o bien la impresión de tener algo que se mueve sobre las extremidades, como hormigas o arañas. En algunos casos estos síntomas se extienden por las extremidades superiores.
Estas molestias se desencadenan o empeoran por el reposo. Suelen exacerbarse por la noche o de madrugada, por lo que es corriente que el sueño se altere. Estas molestias son mas acentuadas inmediatamente antes de dormirse, pudiendo recrudecerse durante la madrugada. Mover o dar masaje a las piernas suele aliviar los síntomas, aunque de forma pasajera. Una vez que el paciente vuelve a intentar dormirse reaparecen las molestias.
La permanencia durante mucho tiempo en la misma postura tiene un efecto amplificador de estas molestias.
La mayoría de los pacientes con esta enfermedad tienen también otros síntomas relacionados con el movimiento.
¿A qué se debe? ▲
Por lo común, la enfermedad es de origen desconocido. En estos casos, dos de cada tres pacientes presentan antecedentes de padecer la enfermedad en otras personas de su familia.. En las menos de las ocasiones, el síndrome de las piernas inquietas puede deberse a carencia de hierro, inflamación de los nervios, enfermedad avanzada del riñón, embarazo y, probablemente, inflamación de nervios(polineuropatía). Estas molestias aparecen con frecuencia en el curso de la enfermedad de Parkinson y otros procesos afines.
¿Cómo se diagnostica? ▲
El diagnostico del síndrome de las piernas inquietas no suele plantear demasiados problemas a un clínico familiarizado con la enfermedad.
Salvo en los pocos casos en que el síndrome forma parte de un conjunto de mayor importancia, como cuando acompaña a la enfermedad de Parkinson, no se requieren mayores pruebas complementarias que descartar una carencia de hierro.
Se han establecido una serie de criterios básicos de diagnóstico que permiten al médico obtener la casi total certeza de la índole de la enfermedad.
¿Cómo se trata la enfermedad? ▲
En aquellos casos en que se pueda demostrar una carencia de hierro, es obligada su administración por el tiempo necesario para corregir su deficiencia.
En la actualidad se dispone de varios recursos terapéuticos que permiten combatir de forma generalmente eficaz la enfermedad
En primer lugar los llamados medicamentos dopaminérgicoa:
Entre ellos, el pramipexol y levodopa.
Otros medicamentos que pueden estar indicados son gabapentina , opiaceos como oxicodona y dextropropoxifeno y benzodiazepínicos como clonazepam
¿¿Cómo puedo ayudar a mejorar? ▲
Los síntomas de la enfermedad pueden mejorar notablemente con la práctica regular de ejercicio físico, una higiene adecuada del sueño, con horarios bien establecidos de sueño y vigilia, evitar el alcohol, la cafeína y la nicotina.
Además, los pacientes encuentran con frecuencia medidas o maniobras que mejoran o incluso pueden prevenir las manifestaciones de la enfermedad. Pueden resultar de utilidad los ejercicios de estiramiento antes de ir a la cama, el baño caliente o, mas frecuentemente, frío. También pueden ser de utilidad la práctica de actividades que ocupan la mente como entretenerse con videojuegos o hacer labores de punto.
Algunos medicamentos pueden empeorar o desencadenar exacerbaciones de la enfermedad, como antihistamínicos, la mayor parte de medicamentos antipsicóticos, muchos antidepresivos, los citados cafeína, nicotina y alcohol, los antieméticos(medicamentos para combatir las náuseas y los vómitos). Si usted padece esta enfermedad, comente con su médico la posible influencia de estos medicamentos sobre este trastorno y un eventual beneficio de interrumpirlos y no decida por su cuenta acerca de seguir o no tomándolos.
Última actualización de la página: 9 de enero de 2009
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