Martes 19 de Marzo de 2024

Medicamentos
Como cuidar niños
Dieta sana
NEUMONIA

¿Qué es la neumonía?     

La neumonía, también llamada pulmonía, es una seria inflamación del pulmón de origen generalmente infeccioso.

Como es conocido, la estructura del pulmón consiste en un conjunto de pequeños sacos que normalmente contienen aire, los alvéolos pulmonares, conectados al árbol bronquial por pequeñísimos tubos o bronquíolos. En la neumonía, los alvéolos de una parte del pulmón se llenan de pus u otros líquidos, lo que hace que sean inservibles para la función de suministrar oxígeno a los capilares sanguíneos. Dependiendo del grado de extensión de la neumonía, el paciente puede estar en peligro vital al no poderse oxigenar convenientemente su sangre. Dependiendo también de la situación previa del paciente, de su estado nutritivo, de la integridad de sus defensas y del tipo de agente productor de la neumonía, esta será mas o menos leve o grave.

La neumonía es frecuente y, por lo general, se cura con la medicación oportuna(antibióticos y otros). Sin embargo, aún continúa siendo una importante causa de muerte.

La inflamación de un bloque mas o menos amplio de alvéolos se denomina propiamente neumonía. Puede afectar a un lóbulo de un pulmón(neumonía lobular), sólo a un segmento de un lóbulo(neumonía segmentaria), tener mas de un foco de infección(neumonía doble) o estar formada por varios o múltiples focos de inflamación repartidos por ambos pulmones(bronconeumonía), lo que resulta particularmente grave.

¿A qué se debe la neumonía?     

La neumonía puede estar originada por múltiples causas, entre las que destacan:

Las neumonías infecciosas:

Bacterianas, víricas, por micoplasmas, también llamadas atípicas,por microbios oportunistas en personas muy debilitadas como el pneumocistis y otras)

Las neumonías por aspiración de diversas sustancias:

Son las producidas porque el pulmón aspira contenido gástrico u otras sustancias que han penetrado desde fuera en la vía aérea(hidrocarburos, por ejemplo)

Las neumonías por inhalación

Son similares a las anteriores, pero en vez de recibir el pulmón un contenido líquido es un gas.

NEUMONÍAS BACTERIANAS

Son las mas comunes. Todas las personas pueden contraerla, aunque existen grupos de pacientes de especial riesgo, es decir, con una mayor propensión que otras a sufrirla. Entre la población de alto riesgo de sufrir neumonía están:

1. Los niños, especialmente los lactantes y recién nacidos
2. Los ancianos
3. Pacientes en postoperatorio o que han sufrido un traumatismo severo, debido a la inmovilización y los efectos orgánicos del trauma accidental o quirúgico.
4. Pacientes con debilidad orgánica por una enfermedad previa(cancer, SIDA, malnutrición, etc)
5. Drogodependientes, incluyendo alcohólicos, drogadictos por vía endovenosa(ADPV) y/o formas o vías diferentes de adicción
6. Convalecencia de enfermedades que debilitan las defensas del organismo, como la gripe.

Los gérmenes que causan la neumonía pueden habitar sin causar daño al portador en sus vías respiratorias. Sólo cuando concurre uno o más factores debilitantes de los citados anteriormente(edad, proceso respiratorio agudo, intervención, etc), las bacterias invaden el pulmón y causan una neumonía.

Si las circunstancias son favorables a la bacteria, la infección sobrepasa los limites del pulmón y se disemina a través del sistema circulatorio a puntos alejados del cuerpo humano. Este temible fenómeno se conoce como sepsis o septicemia.

El agente bacteriano que causa más a menudo neumonía es el neumococo. Otros gérmenes frecuentes son el estreptococo, el estafilococo y el hemofilus, estos últimos especialmente relevantes en niños. Existe una vacuna disponible para el neumococo y el hemofilus(niños).

NEUMONÍAS VÍRICAS

Son muy frecuentes y probablemente causan no menos de la mitad de los episodios neumónicos, aunque de un año a otro la incidencia real puede ser bastante variable. Su curso es mas benigno que el de las neumonías bacterianas, aunque ocasionalmente pueden comprometer la vida del paciente. A diferencia de la neumonía bacteriana, que se localiza en los alvéolos, este tipo causado por virus tiende a localizarse en el tejido de relleno que existe entre los sacos alveolares. Se denominan neumonías intersticiales o neumonitis. Casos de neumonitis se dan en la gripe, varicela y sarampión, enfermedad esta última de carácter histórico en países con un buen servicio de Salud Pública.

NEUMONÍAS POR MICOPLASMA

Infección de curso benigno, frecuentemente prolongado en el tiempo y de diseminación en el seno de la familia, se conoce también como neumonía atípica. Es frecuente que en el circulo familiar se encuentre más de un paciente con la misma enfermedad o con signos como de "bronquitis" o, simplemente, tos de larga evolución. En algunas comunidades son mas frecuentes que las neumonías clásicas o típicas, afectando principalmente a niños y jóvenes. La evolución espontánea de la enfermedad sin tratamiento puede ser prolongada, con fases de mejoría y brotes de fiebre moderada. Raramente se complica.

OTRAS NEUMONÍAS

Aparte de la neumonía por Pneumocystis carinii, ligada a enfermedades muy debilitantes como el SIDA, otras causas de neumonía son :

- La aspiración de contenido gástrico al vomitar, que puede suceder cuando los reflejos están deprimidos y esta bloqueado el reflejo de la tos, que deberia impedir la entrada de cuerpos extraños en las vias respiratorias. Así sucede con las personas inconscientes, bien por efecto de la anestesia, de un traumatismo craneoencefálico u otra razón. Especialmente temible es la aspiración de hidrocarburos, tras ingerirlos con fines suicidas o error.
- El enclavamiento de un cuerpo extraño, por aspiración de un objeto pequeño de plástico o semilla(cacahuete, pipa de girasol, pieza de puzzle, etc). En niños pequeños es siempre una posibilidad a tener en cuenta.
- La inhalación de gases de forma intencional o accidental, como en un incendio o una explosión.
- La acumulación de moco bronquial asociada a la relativa inmovilidad de los pulmones(postoperatorio) en la llamada neumonía hipostática. Se trata mas bien del taponamiento de un bronquio de mayor o menor calibre, infectándose a continuación.

¿Cuales son los síntomas?     

La neumonía puede presentar al principio síntomas idénticos a los de un resfriado común, como malestar, fiebre leve o moderada, estornudos, obstrucción nasal, dolor de garganta y tos. Posiblemente los pacientes con estos síntomas aún no tienen infección pulmonar, de ahí que resulte conveniente cuidarse adecuadamente para prevenir su aparición.

Cuando sobreviene la neumonía, el paciente empeora notablemente y presenta fiebre elevada, malestar , escalofríos, tos intensa, seca y persistente, respiración rápida y dolor en el tórax, clásicamente en un costado, aunque puede localizarse en cualquier otro sitio. En la descripción de los autores clásicos de la medicina figuraba el esputo herrumbroso, esputo amarronado por la presencia de sangre. En la práctica, esto sucede en relativamente pocas ocasiones. Otras veces, el paciente presenta directa y bruscamente los síntomas relatados mas arriba, sin fase catarral previa.

Los niños pueden tolerar la infección pulmonar mejor que los adultos y aparentar estar en buen estado. Los ancianos pueden tener síntomas poco expresivos, como malestar sin apenas fiebre y tos discreta. A veces, el paciente de edad avanzada presenta únicamente síntomas neurológicos, como incoordinación de movimientos, habla incoherente, confusión mental o desinterés, lo que podría interpretarse como que "al abuelo se le ha ido la cabeza".

Las neumonías víricas suelen tener una apariencia algo menos grave que las bacterianas, especialmente en niños, que las soportan aceptablemente bien. La neumonía por micoplasmas se caracterizan por tener pocos síntomas generales(malestar general, fiebre) pero sí mucha tos que en ocasiones se parece a la de la tos ferina, es decir con tos sofocante y expectoración final de un esputo escaso y blanquecino. Con frecuencia los pacientes que la sufren se quejan de cansancio durante varias semanas.

¿Cómo se diagnostica la neumonía?     

El médico que atiende a un paciente con sospecha de padecer neumonía efectuará, además del interrogatorio clínico dirigido, una exploración física que incluye la inspección y auscultación. Podrá observar la coloración de su piel y mucosas. En ocasiones, el paciente presenta un ligero tono azulado en sus labios, producido por la mezcla de sangre oxigenada(que ha pasado por la parte del pulmón que funciona normalmente) con otra no oxigenada por haber pasado precisamente por el bloque de pulmón con la neumonía , que no ha recibido por tanto oxígeno. También podrá comprobar la rapidez y profundidad de su respiración. Si su organismo consume mas oxígeno del que proporcionan unos pulmones que no trasportan todo el que es necesario, aparecerá taquipnea o respiración rápida, a fin de suministrar todo el oxígeno que demanda su cuerpo.

El médico podrá auscultar varios signos que indican la existencia de neumonía como la disminución de los ruidos normales que se producen al respirar o bien la aparición de ruidos anormales, como los llamados estertores crepitantes, que permiten tener una fuerte presunción de que usted tiene una neumonía.

TODOS ESTOS SIGNOS PUEDEN ESTAR AUSENTES Y EN SU PRESENCIA NO PUEDE ASEGURARSE QUE USTED TIENE UNA NEUMONÍA.

Por esta razón, su médico procederá a efectuar otras pruebas complementarias, como una radiografía de tórax; en ocasiones, un análisis de sangre o incluso un examen de esputo. Con estos datos, unidos a los obtenidos mediante el interrogatorio y el examen físico, su médico podrá establecer muy probablemente el diagnóstico y el tratamiento adecuado a su dolencia.

¿Cuál es el tratamiento de la neumonía?     

El tratamiento de una neumonía se basa en la causa que la produce, aunque existen medidas comunes a todos los tipos, una vez se alcanza un determinado nivel de gravedad.

Así, cuando el médico que le atiende decide que lo mejor para usted es tratar su enfermedad dentro de un hospital, probablemente su caso es alguno de los siguientes:

1. Su estado general ha empeorado y se desea efectuar una vigilancia lo mas estricta posible sobre su estado de salud.
2. Su respiración se ha vuelto mas dificultosa y probablemente precisa la administración de oxígeno.
3. Ha aparecido una complicación que obliga a nuevas medidas diagnósticas o terapéuticas, como por ejemplo un derrame pleural.
4. El tratamiento antibiótico no se puede administrar a domicilio.
5. Es necesario revisar el diagnóstico de su enfermedad.

En general la neumonía precisa ser tratada con antibióticos específicos para cada caso. En ocasiones, es preciso añadir medicamentos que alivien los síntomas, en especial la tos persistente, la fiebre y el dolor muscular y torácico.

¿Cuál es el curso y pronóstico de la neumonía?     

La recuperación del paciente depende del tipo de neumonía contraído, de las condiciones de salud previas del paciente y de las complicaciones que pudieran aparecer.

Las neumonías víricas se suelen resolver por sí solas. Las bacterianas dependen del tipo de microbio que las ha producido. En el caso mas corriente, el neumococo suele ser susceptible a la mayoría de antibióticos utilizados. El estafilococo presenta con frecuencia resistencia a estos medicamentos y suele ser mas difícil de combatir. En el caso de los micoplasmas, suelen desarrollar una evolución benigna aunque prolongada, pese al empleo de antibióticos específicos. Su médico establecerá el tratamiento mas oportuno para su situación concreta.

Si el paciente es un sujeto joven y previamente sano, es de esperar una recuperación rápida y completa. En el caso de los pacientes de edad avanzada o con diversos hándicaps orgánicos (diabetes, enfermedades broncopulmonares crónicas o procesos debilitantes como el SIDA) la recuperación del proceso neumónico puede ser mas lento y dificultoso.

Habitualmente la mejoría de los síntomas se inicia a partir de las 48 o 72 horas del comienzo del tratamiento de la neumonía. En caso contrario debe ponerse en contacto con su médico a fin de que determine si es normal o no su evolución.

¿Cómo puedo contribuir a la curación?     

No fume durante el tiempo que dure la neumonía, si usted no ha abandonado aún el hábito de fumar. Reflexione acerca de lo conveniente que es para su salud y la de su familia que su hogar sea un espacio libre de humos.

Inicie su tratamiento tan pronto le sea indicado por su médico. Es importante que no omita ninguna toma de lo que le han recetado aunque se encuentre francamente mejor. Recuerde que si recae, la enfermedad puede volverse especialmente peligrosa.

Manténgase en reposo durante el tiempo que le haya indicado su médico. Estar sin actividad permite que el pulmón se recupere antes. Pida a su médico que le oriente acerca de la conveniencia o no de recibir visitas.

Si su situación no es clínicamente complicada, la toma de líquidos abundantes podrá ayudarle a hacer mas fluido el moco de sus vías respiratorias.

Trate de eliminar el moco de las vías respiratorias mediante la tos. No tome por su cuenta medicamentos para combatirla, porque podrían dificultar la curación.

Pregunte a su médico si es conveniente que utilice antitusígenos.

¿Qué puedo hacer para prevenir la neumonía?     

Abandone el habito de fumar. El tabaco puede aumentar la gravedad de las lesiones que producen los virus y bacterias y disminuyen la resistencia de los bronquios a las infecciones.

La vacunación antigripal reduce el riesgo de sufrir una gripe, que está en el origen de muchas neumonías. La mortalidad por gripe está motivada principalmente por las neumonías que esta enfermedad causa.

Si usted pertenece al grupo de pacientes de alto riesgo, puede estar indicada la aplicación de la vacuna antineumocócica. Consulte a su médico acerca de lo apropiado de esta medida para su caso concreto.

Haga ejercicio saludable, adecuado para sus circunstancias personales y siga una dieta sana, procurando no engordar. Consulte a su medico acerca del tipo de alimentación y ejercicio mas conveniente.

Presérvese de excesos: Evite enfriamientos y fatiga excesiva.

Última actualización de la página: 9 de octubre de 2008

ADVERTENCIA ACERCA DEL CONTENIDO

La información contenida en este sitio web no sustituye los consejos y orientaciones del profesional médico que le atiende, al que usted debe consultar antes de tomar decisiones acerca de su situación y problemas de salud. MEDIZZINE no garantiza ni asume responsabilidad alguna por la exactitud o amplitud de la información que se ofrece. Por el contrario, MEDIZZINE reconoce que la información proporcionada no es exhaustiva y, por lo tanto, no expone la totalidad de la información disponible y, en ningun caso, puede sustituir la información y criterio que le pueda proporcionar su médico. MEDIZZINE no puede garantizar en todos los casos la exactitud de la información que se ofrece, dada la naturaleza cambiante de los conocimientos médicos.